El Día de los Santos Inocentes, también conocido como Día de los Inocentes, tiene un origen singular que se remonta a un pasaje bíblico del Evangelio de San Mateo. Según este relato, el rey Herodes, al enterarse del nacimiento de Jesús, se sintió amenazado por la posibilidad de que este le arrebatara el poder.
Por lo tanto, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén, un acto que se conoce como la «Matanza de los Santos Inocentes».
Sin embargo, con el paso del tiempo, la conmemoración religiosa se entrelazó con diversas tradiciones populares y se estableció que las personas podrían realizar bromas y engaños de manera jocosa.
Durante este día, es común que las personas realicen chistes, bromas y juegos entre amigos y familiares. Además, los medios de comunicación también participan en la tradición difundiendo noticias falsas o exageradas que luego se aclaran como parte de la celebración.
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