Desde el pasado 4 de abril comenzó a regir en Tuluá el Decreto 2016 de 2023, una normativa implementada por la Secretaría de Salud Municipal con el objetivo de garantizar que la carne comercializada en las carnicerías esté en óptimas condiciones para el consumo humano.
El secretario de Salud, Diego Fernando Sánchez, explicó que todos los establecimientos que venden carne deben cumplir con la cadena de frío, es decir, mantener el producto permanentemente refrigerado para evitar su descomposición y prevenir riesgos sanitarios.
“Vamos a empezar una campaña en todos los barrios del municipio. Iremos negocio por negocio dando información, revisando cómo están manejando la carne y enseñándole a la gente cómo identificar si algo no está bien”, aseguró el funcionario.
Los operativos se llevarán a cabo en conjunto con la Policía Ambiental, y en ellos se inspeccionará que la carne esté fresca, con buen color, buen olor, y que los puntos de venta cumplan con condiciones higiénicas apropiadas. Los negocios que incumplan la norma se exponen a sanciones e incluso al cierre temporal o definitivo.
Finalmente, la Secretaría de Salud hace un llamado a la ciudadanía para que se mantenga atenta. Si observa carne en mal estado o sin refrigeración, repórtelo de inmediato a las autoridades competentes.
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